Con el cortador de círculos se labra un surco de 11 mm de profundidad y de diámetro interior ligeramente superior al diámetro exterior del tubo del vaporizador.
La fuerza ejercida por el cortador es considerable, por lo que esto se debe hacer en un taladro de banco y con la madera prensada a la mesa de trabajo.

Con la broca de 1/2" (dimensión ligeramente inferior a la rosca del adaptador), se hace una perforación de 11 mm de profundidad en la misma cara de la madera donde se hizo el surco.

En la cara opuesta de la madera, con la broca de espada de 1", se hace una perforación de 8 mm de profundidad.
En esta cavidad quedará alojada la parte hexagonal del adaptador y proporciona suficiente espacio para que quepa una llave de tuercas de boca fija que nos ayude a roscar el adaptador a la tapa de madera.

Con la sierra circular se corta la madera para darle forma cuadrada a la tapa, que aquí se muestra por ambas caras.
Se lija y se redondean las esquinas. Se sella con tapaporos para madera y se lija nuevamente siguiendo las instrucciones del producto. Finalmente, si se desea, se pinta para darle acabado y para que tenga una capa extra de protección contra la humedad.

Con la ayuda de la llave de tuercas, cuidando que el adaptador quede perpendicular a la tapa, se introduce poco a poco, haciendo que el propio adaptador labre su rosca en la madera.
Si el corte del surco se hizo con las medidas correctas, el tubo del vaporizador entrará a presión en el mismo.