Tinturado de hilos y cordeles


Las jarcias fijas y de labor de los modelos se pueden hacer con hilos y cordeles de los que se consiguen en el mercado para otros menesteres. Pero usualmente, estos vienen en color blanco y es necesario teñirlos o tinturarlos según el uso que tendrán: la jarcia fija se alquitranaba para preservarla de los elementos, por lo que debe ser de color negro; la de labor, para conservar su flexibilidad, no se alquitranaba, pero por ser de cáñamos claros —más no blancos—, se deberán teñir de tonos terrosos claros...



Herramientas

Trozo de traca de madera, lijado

Materiales

Pinturas o tintes acordes con el acabado buscado
Hilos o cordeles, según necesidades
Cinta de enmascarar



En el trozo de traca, lijado para quitar astillas y pelusas, se hace una muesca semicircular en uno de los extremos.
En la boca del recipiente de la pintura, se pega un trozo de cinta de enmascarar. A esta se le hace un corte o ranura de unos 3 milímetros de longitud.
Se confina el recipiente entre piezas pesadas, para evitar que se desplace o, peor aún, se voltee.


Se cortan trozos de hilo de la longitud de nuestro brazo (para desplazar el hilo de una sola vez, sin necesidad de cobrarlo para continuar halándolo).
Se toma el hilo por uno de los extremos y se introduce en la ranura de la cinta de enmascarar (al halar el hilo, la cinta limpiará el exceso de pintura).
Se sumerge en la pintura empujándolo con la traca, cuidando que quede dentro de la muesca. Se presiona la traca contra el fondo del recipiente —para evitar que el hilo se salga de la muesca—, y se hala hasta que toda la longitud haya pasado por el baño de pintura.



Cualquier exceso de pintura, cuando ésta es espesa, se puede limpiar pasando el hilo apretado entre un trapo para evitar que se formen grumos cuando esté seca.
Los hilos coloreados se cuelgan a secar antes de usarlos.




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