Racamentos fáciles

Un racamento es una especie de anillo que sujeta las vergas al palo respectivo, para que puedan correr fácilmente por éste.
Se compone de un cabo grueso que ensarta varios vertellos (piezas a manera de cuentas de un collar). Los vertellos se hacían con bolas o pequeños cilindros de madera, perforados para dejar pasar el cabo que los ensartaba.
En nuestro caso, los haremos con alambre y plástico.

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Retiramos los alambres del cable multifilamento y el forro plástico lo cortamos en “tajadas” de 1,5 mm, máximo.
Preferible, para nuestros propósitos, si el aislamiento plástico es de color marrón oscuro o negro.

Ensartamos los pequeños cilindros obtenidos en un trozo recto de alambre de bronce.
Antes de que cada pieza quede en su lugar, aplicamos un poco de pegante CA, y las vamos dejando separadas 0,5 mm.

Doblamos el conjunto alrededor de un redondo de igual diámetro al del palo donde irá instalado el racamento.
Cortamos a una longitud tal que los vertellos abarquen la semi circunferencia del palo y las puntas las doblamos en ángulo recto respecto del plano del conjunto.

En el extremo de la verga de la cangreja pegamos una pieza como la de la figura, hecha con una delgada lámina de madera, la cual se ha tallado para abrazar la semi circunferencia del palo, con dos perforaciones en los extremos para fijar las puntas de los alambres.
La pieza de madera entra en una ranura hecha en el extremo de la verga, donde se pega con cola blanca.

Se deben tomar con exactitud las medidas que intervienen en esta construcción, para que el racamento quede con la holgura suficiente para permitir el giro y desplazamiento del pico de la cangreja (aunque el conjunto no sea operable, se debe prestar atención a la buena apariencia).

Así debe quedar el pico de la cangreja con el racamento que le permite fijarse al palo de mesana.
Cuando se instale en su sitio, se pegan dos vertellos en las ramas rectas del alambre, para finalizar el montaje.

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