Si bien los motones se pueden conseguir en el comercio especializado, nada más agradable que todo (o casi
todo) lo de nuestros modelos haya sido hecho por nosotros mismos.
La motonería es una de las fabricaciones que debemos planear para poder hacerla en serie, ya que los
motones se usan profusamente en cualquier barco que construyamos. Además que con la fabricación
en serie, se obtienen piezas prácticamente iguales entre sí.
Sería casi imposible hacer una réplica exacta de un motón, en la realidad compuesto por varias piezas, en un bloquecito de apenas 3 x 3 mm. La que se propone aquí, es una técnica simple para obtener motones con una apariencia adecuada para no desmejorar el modelo.
Mototool en su pedestal
Broca de 1 o 1.1 mm
Sierra caladora de vaivén
Pinzas plásticas de presión
Papel de lija, varias graduaciones
Listones de madera dura de 3 x 3 mm
Cable multifilamento
Hilo para cabos
Cola blanca diluida
Pintura laca negro mate
En un listón cuadrado de 3 x 3 mm, marcar líneas a lápiz a la
separación que determinará el ancho del motón. Para modelos en escala 1:50, 3 mm
estará bien.
Entre las marcas de lápiz hechas, se deben ahora marcar, equidistantes de las marcas, los puntos
donde irá la perforación de cada motón. Reforzar la marca con un punzón para
que la broca tenga una guía.
Ajustar una guía de tope en la mesa del mototool, para que todas las perforaciones queden en el
centro del listón.
Montamos una broca de 1 o 1.1 mm en el mandril del mototool, ajustamos los topes
de recorrido vertical y procedemos a hacer tantas perforaciones como motones hayamos de construir.
Ya que con la fabricación en serie nos ahorraremos bastante trabajo, no nos apresuremos ahora: todas
las perforaciones deberán quedar en los sitios previamente marcados con el punzón, así
que hagamoslo despacio y con cuidado, para que todos los motones tengan el mismo aspecto final.
Una vez finalizadas las perforaciones, procedemos a lijar los bordes del
listón para redondearlos y matar los filos longitudinales.
Con lija fina se eliminarán las peluzas y astillitas producidas por la broca, cuidando de no borrar
las marcas de lápiz que servirán de guía para cortar los motones.
En la mesa de la sierra caladora, ajustamos una guía longitudinal, separada
de la hoja de sierra tanto como la dimensión final del motón (3 mm en este caso).
Con ayuda de una tablita, apoyada contra la guía, soportamos el listón y hacemos los cortes.
Estos deberán coincidir con las marcas de lápiz del listón.
Ahora disponemos de suficientes motones, todos iguales.
Con lija fina a media redondeamos los bordes del motón.
Cada motón, con los bordes redondeados y una perforación en su centro, está listo
para el acabado final con el tinte que prefiramos.
Para el amarre de los motones, aplicamos con un pincel un poco de cola blanca diluida en los costados del motón. Lo rodeamos con el hilo que hará las veces de cabo fijo y esperamos unos minutos a que seque.
Hacemos una lazada con un filamento de alambre que habremos extraido de un
trozo de cable multifilamento, y apretamos el lazo sobre el cabo, cuidando que quede bien ajustado y pegado
a la cara del motón.
Con un poco de práctica sabremos que tanto tensionar el filamento de alambre, para evitar que se rompa.
Envolvemos, muy apretado, uno de los extremos del filamento alrededor del cabo, cortamos los sobrantes (tanto del alambre como del cabo) y pintamos con un poco de laca negra mate para simular el alquitrán de protección que se utilizaba en estas instalaciones.
¡Listo!
Con estos pocos pasos y con mínimo esfuerzo, tendremos tantos motones como necesitemos...