Soy partidario de dar a los modelos acabados que simulen las marcas que dejan el uso y las inclemencias del clima, para que la obra
no se vea como si se hubiese acabado de sacar de un empaque comercial. “Wheathering”,
acertadamente lo llaman en inglés.
El león rampante que aquí se muestra, fue modelado con masilla epóxica de dos componentes, en vez de recurrir a una
talla en madera la cual —por el pequeño tamaño de la figura, en esta escala de 1:50— se verá
como algo tosco y sin mayor detalle. Para tener tiempo de modelar la masilla se retarda el endurecimiento de la misma, mezclando los
componentes con un poco menos de la cantidad de catalizador recomendada por el fabricante. Una vez endurecida
la figura, se retiran sobrantes y rebabas y se terminan los pequeños detalles, antes de proseguir con la pintura.
Lijas finas
Pinceles de cerda suave
Pintura acrílica “rojo inglés”
Pintura acrílica “dorado emperador”
La figura “cruda”, tras retirar grumos y sobrantes, y sometida a un somero lijado.
Pintada de rojo, bastante diluido para no ocultar ni rellenar los pequeños detalles.
Una vez seca la pintura roja, se procede al acabado final de la figura, diluyendo más o diluyendo menos el acrílico, para que en algunas partes se vislumbre el rojo del fondo (dorado puro y reluciente debió ser el león cuando la nave fue botada, pero no tras incontables leguas de navegación...).
(Cuando se hagan estos mascarones, se deben modelar sobre un trozo de madera del mismo espesor que el tajamar sobre el cual se montarán).