Contrachapado a la medida


En ocasiones no encontramos en el comercio los materiales con las especificaciones que necesitamos para nuestros proyectos.
Tal es el caso del contrachapado, el cual usualmente viene en espesores mucho mayores que los necesarios; y rebajar una superficie relativamente extensa hasta el espesor requerido... ¡es una locura! Además de una inversión extra en tiempo y herramientas.
Para resolver el problema, viene en nuestra ayuda la laminilla de 0.5 mm que se utiliza para cantear los bordes de tableros y muebles. En algunos sitios se le conoce como meplex o simplemente meple.



Herramientas

Espátula ranurada
Mazo de caucho
Pesos o prensas

Materiales

Laminilla de madera de 0.5 mm
Cemento de contacto, base caucho



Dependiendo del espesor que queramos para nuestro contrachapado casero, usaremos 2 (mínimo), 3, 4 o más trozos de laminilla de 0.5 mm. Las láminas se pegarán alternando la dirección de la veta, lo cual es la clave para la gran resistencia y estabilidad dimensional de este tipo de material.
Lo corriente es usar un número impar de láminas, para que la veta en las caras visibles tengan la misma dirección, aunque esto no es siempre indispensable.


Utilizando una espátula ranurada, esparcimos el pegante uniformemente en las superficies que se pegarán. A falta de una de estas espátulas, podemos fabricarla con un trozo de acrílico o de lámina metálica delgada, haciendo en uno de sus bordes cortes no muy profundos y espaciados uniformemente a la misma distancia que la profundidad del corte.
La razón de usar este método es que los hilos de pegante quedan separados unos de otros y al aplicar presión, el pegante se desplaza hacia los lados quedando también en las zonas “secas” y, por lo tanto, cubriendo toda la superficie.


Se deja secar el pegante según las instrucciones del fabricante (no alarmarse si se ve y siente prácticamente seco), se apilan las láminas y con la ayuda de un taco de madera y el mazo de caucho, se golpea con fuerza para obligar al pegante a desplazarse y cubrir toda la superficie.
Se somete a presión por 24 horas... y ¡listo!
Aquí, una lámina de contrachapado de tres capas y de 2,5 mm de espesor total.




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