Algo que le da mucha vida a los modelos de embarcaciones, es la carga que transportaban...
Por supuesto, que sólo utilizaremos estos cargamentos en las naves que se prestan para ello. Tal es el caso de los vapores de
río, que eran de uso mixto (carga y pasajeros) como los que surcaban el Mississippi y otras grandes vías de agua
del sur de Estados Unidos: entre otras cosas llevaban —a falta de carbón—, leña para las calderas, cajas de
embalaje, tambores de lubricantes, sacos de cereales y el infantable algodón de las plantaciones del sur.
Las propias de cualquier Astillero
Sobrantes de cualquier Astillero
Con lápices con borrador, retales de contrachapado grueso, pequeños trozos de listones cuadrados de 6 mm, algodón escamoteado del botiquín, tela no tejida sustraída de la cocina, hilo común, tirillas de chapa de madera de 0,5 mm de espesor y tubo delgado de cobre...
...podremos fabricar todo esto.
- Los tambores de lubricantes, recortando y lijando los extremos de la parte metálica de los borradores de lápiz
- Las cajas de embalaje, cortando el contrachapado y pegándole tirillas de madera para formar las estructuras de soporte
- Los fardos de algodón —recién recolectado y embalado—, forrando los trozos de listón,
envolviéndolos en tiras de tela y amarrando el conjunto con hilo
- Los sacos, cortando el tubo de cobre con el cortafríos o el filo de los alicates: en una sola operación, se corta
y se sella cada extremo de cada saco.
¿La leña? Simples astillas de cualquier ramita del jardín...
Por supuesto que todo irá pegado con cola blanca diluída, formando “bloques de carga” que luego se pegarán
en su sitio definitivo sobre la embarcación, utilizando cola blanca fuerte y/o cianoacrilato.
Casi nada en la naturaleza o en las embarcaciones de época presenta
un aspecto lustroso y brillante. Por lo tanto, se deben utilizar pinturas mate.