A bordo de los navíos se usaban con frecuencia cajones de madera provistos con asas o agarraderas para acarrear, entre dos
personas, diferentes materiales. Eran de robusta construcción para soportar grandes pesos y permanente manipulación.
Entre esos, estaban los que se usaban para llevar las municiones desde la santabárbara hasta el pie de los cañones.
Broca de acero de 1 mm
Cuchillas de corte recto
Lijas de grano fino
Laminilla de madera de 0.5 mm
Cola blanca de carpintero
Hilo de 0,3 mm
Cortamos unas pocas laminillas de madera para hacer cajones de 70 × 40 cm en su base, con laterales o paredes de 20 cm.
En los laterales del lado corto del cajón, hacemos 2 perforaciones de 1 mm para alojar el cabo que hará las veces de
agarradera.
Contra los bordes de la base, pegamos los laterales usando cola blanca de PVA, haciendo presión moderada con la ayuda de un
pequeño bloque de madera.
La disposición mostrada —laterales más largos de lo necesario— nos evita tomar medidas en artículos tan
pequeños y nos facilita la construcción.
Cuando la cola haya secado por completo, cortamos a ras el largo extra de los laterales, dejando una caja rectangular.
Se lijan suavemente todas las superficies exteriores y los bordes. Se pinta según el gusto de cada cual.
Doblamos el hilo en forma de “U” y lo pasamos por los agujeros, de afuera hacia adentro.
Un poco de pegante en los hilos, cerca del lado interior de la pared, fijará las asas cuando la halemos un poco hacia afuera. Se
corta el hilo excedente...
...y tendremos un cajón que nos sirve para acarrear balas para los cañones, por ejemplo.