Sobre un trozo de madera del mismo espesor que el del codaste y el de la pala del timón, se fija un clavo de 1 mm, el cual servirá de troquel o “yunque” para doblar la lámina de las alas de las bisagras y formar la cavidad cilíndrica del gozne.

Se cortan tirillas de la lámina que vamos a emplear, con las dimensiones de ancho y largo adecuadas según los planos del modelo.
Por la mitad de la tirilla, se dobla ésta alrededor del clavo y la madera, apretando fuerte con los alicates la lámina contra la madera, para que aquella forme un semi-círculo con el diámetro del clavo.

Con el repujador plano o una cuchilla sin filo, empujamos la lámina, tratando de rodear lo más posible el clavo, con el fin de que la cavidad del gozne sea casi un cilindro completo.

Apretando con los alicates sobre el conjunto lámina-madera-clavo —para que el cilindro no se deforme—, doblamos las alas contra la superficie de la madera, formando un ángulo de 90° con las partes que quedaron en el canto de la madera... para obtener las alas de bisagra necesarias.

Para el ensamble, se recorta el clavo que servirá de gozne a la longitud adecuada, rebajando además la cabeza para evitar piezas fuera de escala (el de la figura adjunta aún no ha sido cortado ni pulido).
Las alas se pegan sobre las piezas que se van a abisagrar con cemento de contacto de base caucho o con pegante de cianoacrilato, cuidando que las que van en la pala del timón queden por encima de las del codaste.