Bajo el chorro de agua, se lava el pulpo y se le corta la cabeza.
Se coloca en una olla con abundante agua hirviendo y se deja cocer por cerca de 40 minutos. Una vez que consigamos que la carne del pulpo tenga una consistencia semiblanda, se saca y se coloca nuevamente debajo del chorro de agua.
Cortamos los tentáculos en rodajas de 1 cm. de grosor y la parte central en cuadritos (dados) y se deja escurrir.
Colocamos una vasija de barro esmaltada, de tamaño mediano, a fuego medio, la roceamos con aceite de oliva y le echamos los ajos cortados en rodajas; una vez que el ajo se cristalice, sin quemarse, agregamos el pulpo, le espolvoreamos sal gruesa y paprika para que tome un color rojizo. Se deja cocer por espacio de 15 min., revolviendo siempre.
Se acompaña con pan francés y vino blanco, preferiblemente uno de las rías bajas gallegas, como un buen Riveiro.